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DUELO

el proceso del duelo puede tornarse patologico






Animula, vagula, blandula...
Huésped y compañera del cuerpo
¿Dónde vivirás?
En lugares lívidos, severos y desnudos
y jamás volverás a animarme como antes

Adriano







El duelo es el proceso de pérdida de un ser querido.

Es una experiencia dramática, y en muchos casos difícil de superar.
En algunos casos la persona se siente incapaz de seguir adelante y se instaura un duelo patológico del que necesitará ayuda para salir.

En el duelo el trabajo terapéutico consiste en una escucha activa, acogimiento, comprensión y aporte de pequeñas estrategias para ir superando cada día los minutos, y después la vida en general.

Dentro de la experiencia de duelo, se puede tomar en consideración algunas rupturas de pareja, con las mismas expresiones y emociones que tendría un duelo por la pérdida de un ser querido.



ETAPAS DEL DUELO

EL DUELO Y SUS ETAPAS

Ante una situación de pérdida de un ser querido, las personas reaccionan de distintas maneras, en algunos casos piensan que el simple paso del tiempo todo lo cura, otros se niegan a expresar su dolor, otras personas creen que cuánto más tiempo sufran, más tiempo recordarán a su ser querido.

Sin embargo, el duelo es un proceso que pasa por una serie de fases, que en muchos casos pueden requerir apoyo y acompañamiento para ir superando cada etapa.

El duelo abarca manifestaciones físicas, psicológicas y conductuales. El proceso de duelo tiene como finalidad sacar al exterior los sentimientos, serenar el sufrimiento y la pena por la separación, aceptar la realidad de la muerte y encontrar un nuevo cauce de amor sereno hacia la persona que nos falta.

ETAPAS DEL DUELO

Muchos autores piensan que el duelo se desarrolla en 5 etapas o fases, con unas características definidas:



el proceso del duelo puede estancarse en alguna etapa convirtiendose en patologico




1ª etapa: Impacto y Negación.

2ª etapa: Conciencia de la perdida.

3ª etapa: Conservación o Retraimiento.

4ª etapa: Cicatrización o reacomodo.

5ª etapa: Recuperación y sanación.


1ª etapa: Impacto y Negación

Sus características son: Incredulidad, confusión, inquietud, confusión, oleadas de angustia aguda (agitación, llanto, sensación de ahogo, respiración suspirante vació en el abdomen, preocupación por la imagen del muerto), pensamientos obsesivos y algunos síntomas físicos. (debilidad muscular, temblor incontrolable, perplejidad, mareos y palpitaciones)

2ª etapa: Conciencia de la perdida (desorganización)

A medida que los síntomas y reacciones iniciales gradualmente pierden su intensidad y la persona acepta intelectualmente la nueva situación, comienza la segunda etapa: Ansiedad de separación, estrés prolongado, agresividad, impotencia, frustración, hipersensibilidad, trastornos del sueño, miedo a la muerte, comportamiento de búsqueda, sentir la presencia del muerto. En esta etapa llena de conflictos surge la culpa real o imaginaria, aparece con sentimientos y pensamientos de “SI HUBIERA . . .”La culpa puede tomar varias formas: Sentirse culpable de estar vivo. Auto acusaciones. Culpa fantasiosa. Recapacitar de lo ilógico que es sentir culpa por algo que no podemos cambiar y que no estuvo en nuestras manos hacerlo, disminuirá la culpa y allanara el camino para la resolución de un duelo sano.

3ª etapa: Conservación o retraimiento

Aislamiento, impaciencia, fatiga y debilidad, repaso obsesivo, apoyo social disminuido, necesidad de sueño, desesperación, desamparo, impotencia.

4ª etapa: Cicatrización o reacomodo

El doliente va dejando poco a poco su mundo emotivo y vuelve a tener una perspectiva, realiza un balance entre lo que ha perdido, lo que le queda y lo que ha aprendido. Características: Reconstruir la forma de ser, retomar el control de la propia vida, disminución gradual del estrés, aumento de energía física y emocional.

5ª etapa: Recuperación y sanación

En esta etapa retomamos el control sobre la vida. Es tiempo de dejar partir e iniciar nuevas relaciones. Se nos brinda la ocasión de ir al interior de uno mismo y descubrir los recursos profundos, pues el sufrimiento vivido conscientemente es con frecuencia un estimulo para evolucionar y abrirse a los demás. Por eso es importante vivir a fondo las cuatro primeras etapas, antes de pasar a la quinta. El doliente esta ahora listo para perdonar y pedir perdón al difunto por las faltas y heridas que hayan marcado su relación. Esta también dispuesto a perdonarse a si mismo y a dar gracias al ausente por la experiencia que le ha heredado.

TIPOS DE DUELO

DUELO ANTICIPADO: precedido con tiempo y pleno conocimiento de la situación, permite prepararse anímicamente.

DUELO RETARDADO: es un duelo inhibido o reprimido. Se puede tener una reacción emotiva en el momento de la perdida, pero no va en proporción con el significado de la perdida de un ser querido. El pesar se manifiesta con cierta exageración más adelante cuando la perdida es reactivada por una perdida menor.


no todas las personas expresan igual su duelo. cada persona requiere su tiempo

DUELO CRÓNICO: Es un pesar inusitadamente intenso que no disminuye con el tiempo y, por lo tanto, se transforma en una manera de ser.


DUELO EMERGENTE: El sufrimiento aparece por etapas, fechas o circunstancias.


DUELO PATOLÓGICO: El duelo anormal puede presentarse de diversas maneras, que va desde el retraso del duelo, o la ausencia de este, hasta un duelo muy intenso y prolongado.


DUELO NEGADO: Es la ausencia de la expresión del duelo en el momento de la perdida.

DUELO EXTRAORDINARIO: Ocasionado por situaciones críticas de la muerte; aborto, suicidio, homicidio, tortura, cuerpos sin aparecer, guerras, etc.

DUELO SALUDABLE O POSITIVO: Te planteas el gran desafío de reincorporarte al mundo a partir de una nueva identidad, de un nuevo conocimiento de nosotros mismos, en el cual no esta incluido nuestro ser querido fallecido, lo que no significa que vayamos a olvidarlo.

RECOMENDACIONES PARA UN DUELO SANO

algunos consejos para superar las fases del duelo


LLORAR: es humano y es una reacción normal ante la muerte de un ser amado.

HABLAR: es una forma de desahogarse y compartir nuestros sentimientos y nuestros estados de animo.

CONVERSAR CON OTRAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE DUELO
: acercarse a un grupo de ayuda mutua puede aliviar en gran medida nuestro dolor, al escuchar a otros padres como sobreviven, es una esperanza.

RECONOCER LA PERDIDA
: admitir la perdida nos permitirá avanzar en la aceptación.

ESCRIBIR LO QUE SE SIENTE
: nos permite esclarecer nuestros propios sentimientos y las emociones.



CULTIVAR EL AFECTO Y EL AMOR MUTUO EN LA FAMILIA: mantener comunicación nuestras personas próximas.

PRESTAR ATENCIÓN Y CONSOLAR A NUESTROS HIJOS
: ellos también elaboran su propio duelo, no los olvidemos.

RESPETAR EL DOLOR DE OTROS MIEMBROS DE LA FAMILIA: Se debe evitar la crítica ante el dolor de nuestra pareja.

CONSULTAR A UN PROFESIONAL
: Asistir con un Psicólogo para recibir orientación y consejo.

EVITAR TOMAR RESPONSABILIDADES O DECISIONES IMPORTANTES: Aplazar las decisiones importantes como cambiar de casa, vender las cosas o cambiar de trabajo.

INFORMACIÓN DEL DUELO PARA FAMILIARES


a veces es dificil consolar a una persona en duelo
El duelo es como un camino que hay que recorrer. Es un camino en el que el doliente tiene que aprender a vivir sin la persona que ha muerto. Este camino será muy largo y doloroso para unas personas y no lo será tanto para otras; pero cada persona tiene que hacer su propio camino de duelo. 

La mejor manera de ayudarle es acompañarle en su camino y respetar el tiempo que necesite para recorrerlo (que a veces le parecerá muy largo). El dolor que cada persona siente por la pérdida de un ser querido, usted no se lo puede evitar, tampoco una pastilla, ni el tratamiento con un especialista; aunque se puede aliviar con la compañía y compartiendo sus lágrimas, si las siente.

Evite siempre los tópicos, las frases hechas, los consejos no pedidos. Estos hieren muchísimo y dan la sensación de distanciamiento emocional con la persona que sufre. Se dice más y se ayuda más, con una mirada, una sonrisa, un apretón de manos o con un abrazo, que con una frase hecha.


La comprensión y cercanía emocional, favorecen la libre expresión de sentimientos. Compartir sentimientos proporciona gran alivio y no es para nada negativo. La comprensión y cercanía emocional, favorecen la libre expresión de sentimientos. Compartir sentimientos proporciona gran alivio y no es para nada negativo.

Los comentarios sobre el difunto, son con frecuencia repetitivos y se suelen centrar en los últimos momentos de su vida.. A pesar de que pueda resultar pesado, esta repetición proporciona alivio emocional y es un modo de “quitárselo de la cabeza”.

Sepa que el dolor de la persona en duelo puede expresarse en forma de enfado, de mal humor. No piense que es contra Vd., ni se sienta aludido por ello, ni impida su adecuada expresión ya que es indicativa de la tormenta interior que vive y su manifestación puede ser buena.

Es frecuente que a lo largo del camino de duelo, los estados de ánimo varíen, a veces en relación a aniversarios, fiestas, cumpleaños..., otras veces ni se sabe. Esto no indica que se encuentre peor, es parte del proceso.

No manifieste estar violento ante las lágrimas, ni exprese comentarios que las sofoquen. El llanto no indica que se encuentra peor, es sólo un modo natural de aliviar la tensión emocional. No tenga miedo a compartir el llanto, será bueno para ambos, si es sincero. 

Cuando se acompaña no siempre es necesario hablar. La compañía en silencio es mejor que la soledad.

Un abrazo a tiempo puede ser la mejor de las medicinas. Tome usted la iniciativa, para estar. Sepa que la persona en duelo tenderá en muchos casos al aislamiento, por lo que hay que saber ofrecerle ayuda y anticiparse a sus necesidades. Conviene que mantenga el contacto a lo largo del tiempo, y no lo limite sólo a las primeras semanas. Son preferibles las visitas cortas y frecuentes, que las prolongadas y distantes. 

Pasados unos meses, fomente y anime cualquier iniciativa de reincorporación a las relaciones con familia, amigos, actividades sociales, religiosas… que mantenía antes y a proyectos de futuro.

Es comprensible que, a veces, se sienta Vd. impaciente, porque parece que no avanza, que siempre está con lo mismo, con su tristeza, su conversación repetida sobre los recuerdos, su vida centrada en el pasado... Recuerde que el ritmo de recuperación y tiempo que se necesita para superar la situación de duelo o al menos para conseguir una situación más satisfactoria, no es el mismo en todas las personas afectadas por una pérdida. Comprenda y respete las diferencias.