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QUÉ ES EL DUELO

El duelo es el duro proceso de asimilar la pérdida de un ser querido


Se trata de un proceso secuencial a lo largo del tiempo, caracterizado por diferentes emociones: 

  • Sentimiento de pena y dolor 
  • Sentimientos de ira, culpabilidad y resentimiento 
  • Sensación de apatía y desinterés 
  • Reaparición de la esperanza y reconducción de la vida

el duelo es un proceso que pasa por diferentes etapas


Las manifestaciones comunes en el proceso de duelo son: 

  • Sentimientos de tristeza, soledad, ira o culpabilidad 
  • Sensaciones físicas: despersonalización, sensación de ahogo, sensibilidad a los ruidos, sensación de vacío en el estómago 
  • Cogniciones y pensamientos: incredulidad, confusión, preocupación, sensación de presencia del fallecido, alucinaciones verbales y auditivas 
  • Comportamientos: dificultades para conciliar el sueño, sueño con el fallecido, lloros, suspiros, trastornos del apetito 
El proceso de duelo no es una patología, pero supone un momento de crisis personal, de angustia, sensación de vacío y dolor que a veces es necesario encauzar adecuadamente para evitar que ese sufrimiento se haga crónico e imposibilite a la persona para superar su dolor y conseguir restaurar su equilibrio emocional y social integrando en su realidad personal esta nueva situación.

Sin embargo, a veces en el proceso natural de duelo se producen formas de enfocarlo que suponen un agravamiento de las emociones negativas, llegando a cronificarse o intensificar el sufrimiento personal, como serían: 

  • Sentimiento de culpa 
  • Resentimiento e impotencia 
  • Idealización de la persona perdida 
  • Negación del propio sufrimiento (falso enmascaramiento) 
  • Victimismo 
  • Comparación 
  • Renuncia a la propia vida

ETAPAS DEL DUELO

EL DUELO Y SUS ETAPAS

Ante una situación de pérdida de un ser querido, las personas reaccionan de distintas maneras, en algunos casos piensan que el simple paso del tiempo todo lo cura, otros se niegan a expresar su dolor, otras personas creen que cuánto más tiempo sufran, más tiempo recordarán a su ser querido.

Sin embargo, el duelo es un proceso que pasa por una serie de fases, que en muchos casos pueden requerir apoyo y acompañamiento para ir superando cada etapa.

El duelo abarca manifestaciones físicas, psicológicas y conductuales. El proceso de duelo tiene como finalidad sacar al exterior los sentimientos, serenar el sufrimiento y la pena por la separación, aceptar la realidad de la muerte y encontrar un nuevo cauce de amor sereno hacia la persona que nos falta.

ETAPAS DEL DUELO

Muchos autores piensan que el duelo se desarrolla en 5 etapas o fases, con unas características definidas:



el proceso del duelo puede estancarse en alguna etapa convirtiendose en patologico




1ª etapa: Impacto y Negación.

2ª etapa: Conciencia de la perdida.

3ª etapa: Conservación o Retraimiento.

4ª etapa: Cicatrización o reacomodo.

5ª etapa: Recuperación y sanación.


1ª etapa: Impacto y Negación

Sus características son: Incredulidad, confusión, inquietud, confusión, oleadas de angustia aguda (agitación, llanto, sensación de ahogo, respiración suspirante vació en el abdomen, preocupación por la imagen del muerto), pensamientos obsesivos y algunos síntomas físicos. (debilidad muscular, temblor incontrolable, perplejidad, mareos y palpitaciones)

2ª etapa: Conciencia de la perdida (desorganización)

A medida que los síntomas y reacciones iniciales gradualmente pierden su intensidad y la persona acepta intelectualmente la nueva situación, comienza la segunda etapa: Ansiedad de separación, estrés prolongado, agresividad, impotencia, frustración, hipersensibilidad, trastornos del sueño, miedo a la muerte, comportamiento de búsqueda, sentir la presencia del muerto. En esta etapa llena de conflictos surge la culpa real o imaginaria, aparece con sentimientos y pensamientos de “SI HUBIERA . . .”La culpa puede tomar varias formas: Sentirse culpable de estar vivo. Auto acusaciones. Culpa fantasiosa. Recapacitar de lo ilógico que es sentir culpa por algo que no podemos cambiar y que no estuvo en nuestras manos hacerlo, disminuirá la culpa y allanara el camino para la resolución de un duelo sano.

3ª etapa: Conservación o retraimiento

Aislamiento, impaciencia, fatiga y debilidad, repaso obsesivo, apoyo social disminuido, necesidad de sueño, desesperación, desamparo, impotencia.

4ª etapa: Cicatrización o reacomodo

El doliente va dejando poco a poco su mundo emotivo y vuelve a tener una perspectiva, realiza un balance entre lo que ha perdido, lo que le queda y lo que ha aprendido. Características: Reconstruir la forma de ser, retomar el control de la propia vida, disminución gradual del estrés, aumento de energía física y emocional.

5ª etapa: Recuperación y sanación

En esta etapa retomamos el control sobre la vida. Es tiempo de dejar partir e iniciar nuevas relaciones. Se nos brinda la ocasión de ir al interior de uno mismo y descubrir los recursos profundos, pues el sufrimiento vivido conscientemente es con frecuencia un estimulo para evolucionar y abrirse a los demás. Por eso es importante vivir a fondo las cuatro primeras etapas, antes de pasar a la quinta. El doliente esta ahora listo para perdonar y pedir perdón al difunto por las faltas y heridas que hayan marcado su relación. Esta también dispuesto a perdonarse a si mismo y a dar gracias al ausente por la experiencia que le ha heredado.

RECOMENDACIONES PARA UN DUELO SANO

algunos consejos para superar las fases del duelo


LLORAR: es humano y es una reacción normal ante la muerte de un ser amado.

HABLAR: es una forma de desahogarse y compartir nuestros sentimientos y nuestros estados de animo.

CONVERSAR CON OTRAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE DUELO
: acercarse a un grupo de ayuda mutua puede aliviar en gran medida nuestro dolor, al escuchar a otros padres como sobreviven, es una esperanza.

RECONOCER LA PERDIDA
: admitir la perdida nos permitirá avanzar en la aceptación.

ESCRIBIR LO QUE SE SIENTE
: nos permite esclarecer nuestros propios sentimientos y las emociones.



CULTIVAR EL AFECTO Y EL AMOR MUTUO EN LA FAMILIA: mantener comunicación nuestras personas próximas.

PRESTAR ATENCIÓN Y CONSOLAR A NUESTROS HIJOS
: ellos también elaboran su propio duelo, no los olvidemos.

RESPETAR EL DOLOR DE OTROS MIEMBROS DE LA FAMILIA: Se debe evitar la crítica ante el dolor de nuestra pareja.

CONSULTAR A UN PROFESIONAL
: Asistir con un Psicólogo para recibir orientación y consejo.

EVITAR TOMAR RESPONSABILIDADES O DECISIONES IMPORTANTES: Aplazar las decisiones importantes como cambiar de casa, vender las cosas o cambiar de trabajo.

AYUDA PSICOLÓGICA EN EL DUELO

¿CÓMO PUEDE AYUDARLE EL PSICÓLOGO?


en el duelo el psicologo puede ayudarle a ir superando las distintas etapas sintiendose acogido

El psicólogo puede acompañarle en las distintas fases del proceso de duelo, ayudándole a exteriorizar sus sentimientos, escuchando sus preocupaciones e intentando reconducir aquellos pensamientos infundados como la culpa y el resentimiento que aparecen en ocasiones.



En líneas generales, las diferentes tareas del proceso de duelo serían:


1. Aceptar la realidad de la pérdida

2. Exteriorizar las emociones de pena y dolor emocional

3. Ajuste al medio sin la persona desaparecida


Los objetivos de la orientación en el duelo son:


1. Aceptar la realidad de la pérdida

2. Ayudar al doliente a expresar sus emociones

3. Ayudar a vencer los impedimentos para ajustar su vida a la nueva situación

4. Estimular a la persona para decir adiós al fallecido y sentirse sereno en la nueva situación

Un caso de especial atención sería el duelo con niños pequeños y con padres que pierden a sus hijos, en el primer caso por las dificultades que supone para el niño llegar a comprender la situación, y que suele derivar en problemas de depresión, falta de interés por las cosas o agresividad.

En el caso de padres que pierden a sus hijos, la situación supone un especial dramatismo y en ocasiones la imposibilidad de asumir la realidad personal conlleva aumento de conflictos entre la pareja, incapaces de darse apoyo emocional por la dificultad propia de superación del drama. 






INFORMACIÓN DEL DUELO PARA FAMILIARES


a veces es dificil consolar a una persona en duelo
El duelo es como un camino que hay que recorrer. Es un camino en el que el doliente tiene que aprender a vivir sin la persona que ha muerto. Este camino será muy largo y doloroso para unas personas y no lo será tanto para otras; pero cada persona tiene que hacer su propio camino de duelo. 

La mejor manera de ayudarle es acompañarle en su camino y respetar el tiempo que necesite para recorrerlo (que a veces le parecerá muy largo). El dolor que cada persona siente por la pérdida de un ser querido, usted no se lo puede evitar, tampoco una pastilla, ni el tratamiento con un especialista; aunque se puede aliviar con la compañía y compartiendo sus lágrimas, si las siente.

Evite siempre los tópicos, las frases hechas, los consejos no pedidos. Estos hieren muchísimo y dan la sensación de distanciamiento emocional con la persona que sufre. Se dice más y se ayuda más, con una mirada, una sonrisa, un apretón de manos o con un abrazo, que con una frase hecha.


La comprensión y cercanía emocional, favorecen la libre expresión de sentimientos. Compartir sentimientos proporciona gran alivio y no es para nada negativo. La comprensión y cercanía emocional, favorecen la libre expresión de sentimientos. Compartir sentimientos proporciona gran alivio y no es para nada negativo.

Los comentarios sobre el difunto, son con frecuencia repetitivos y se suelen centrar en los últimos momentos de su vida.. A pesar de que pueda resultar pesado, esta repetición proporciona alivio emocional y es un modo de “quitárselo de la cabeza”.

Sepa que el dolor de la persona en duelo puede expresarse en forma de enfado, de mal humor. No piense que es contra Vd., ni se sienta aludido por ello, ni impida su adecuada expresión ya que es indicativa de la tormenta interior que vive y su manifestación puede ser buena.

Es frecuente que a lo largo del camino de duelo, los estados de ánimo varíen, a veces en relación a aniversarios, fiestas, cumpleaños..., otras veces ni se sabe. Esto no indica que se encuentre peor, es parte del proceso.

No manifieste estar violento ante las lágrimas, ni exprese comentarios que las sofoquen. El llanto no indica que se encuentra peor, es sólo un modo natural de aliviar la tensión emocional. No tenga miedo a compartir el llanto, será bueno para ambos, si es sincero. 

Cuando se acompaña no siempre es necesario hablar. La compañía en silencio es mejor que la soledad.

Un abrazo a tiempo puede ser la mejor de las medicinas. Tome usted la iniciativa, para estar. Sepa que la persona en duelo tenderá en muchos casos al aislamiento, por lo que hay que saber ofrecerle ayuda y anticiparse a sus necesidades. Conviene que mantenga el contacto a lo largo del tiempo, y no lo limite sólo a las primeras semanas. Son preferibles las visitas cortas y frecuentes, que las prolongadas y distantes. 

Pasados unos meses, fomente y anime cualquier iniciativa de reincorporación a las relaciones con familia, amigos, actividades sociales, religiosas… que mantenía antes y a proyectos de futuro.

Es comprensible que, a veces, se sienta Vd. impaciente, porque parece que no avanza, que siempre está con lo mismo, con su tristeza, su conversación repetida sobre los recuerdos, su vida centrada en el pasado... Recuerde que el ritmo de recuperación y tiempo que se necesita para superar la situación de duelo o al menos para conseguir una situación más satisfactoria, no es el mismo en todas las personas afectadas por una pérdida. Comprenda y respete las diferencias.